No tener maestro es no tener a quién preguntar y más
hondamente todavía, no tener ante quién preguntarse.
Quedar encerrado dentro del laberinto
primario que es la mente de todo hombre originariamente: quedar encerrado como el Minotauro,
desbordante de ímpetu sin salida.
María Zambrano.

No hay comentarios:
Publicar un comentario